Del mercado a tu mesa

Frutas Charito: corazón de alcachofa

Por su aspecto coráceo sería complicado entender su calificación de reina de las verduras de invierno, pero la alcachofa se ha ganado esta reputación por diferentes razones.

Por sus propiedades nutricionales: se sitúa en el más alto rango, buena fuente de ácido fólico, vitaminas C y E, suministradora de minerales esenciales como potasio y fósforo y una excelente suministradora de fibra. Todo ello la convierte en producto básico para mejorar la eliminación de líquidos y toxinas, colaboradora para controlar la presión arterial, favorecedora de funciones en la vesícula y el hígado favoreciendo la digestión de las grasas y a facilitar su eliminación, perfecto para reducir el colesterol y triglicéridos de la sangre, además de ser una aliada perfecta para favorecer nuestros procesos digestivos y mantener los niveles de glucosa –esencial para los que mantienen a raya los procesos diabéticos-.

Curiosamente ha sido capaz de dar nombre a una dieta, la famosa de dieta de la alcachofa, aunque siempre es mucho más sano consumirlas tal y como la huerta nos la presentan que convertirlas en tediosas píldoras que nos evitarían perder otras de sus cualidades: su genialidad en la gastronomía.

Alcachofa Blanca de Tudela

Porque la alcachofa es una excelente asistente culinaria. Se presta a hacer “buenas migas” con casi todos los alimentos y en infinidad de preparaciones. Pues lo único que lo que no cumple esta hortaliza es con el aburrimiento. Cocínelas hervidas, o al vapor o asadas o a las brasas, fritas, rebozadas…, incluya sus deliciosos corazones en ensaladas, en sopas, con pasta y pizzas, en arroces, en combinación con mariscos, con foie, solas con aceite de oliva y unas gotas de limón, con vinagretas, con salsas que tengan base de mantequilla o quesos, acompañado a carnes o pescados… Su capacidad combinatoria no tiene fin.

Además es de los pocos productos que cuenta en nuestro país con el sello de Denominación, de Origen en el caso de las Alcachofas de Benicarló, o de Identificación Geográfica Protegida, como son las Alcachofas de Tudela. Ambas son de la variedad Blanca de Tudela, y su calidad es irreprochable.

Receta de alcachofas con cardo y almejas

Alcachofas con cardo y almejas

Ingredientes (4 personas):
8 pencas de cardo
8 alcachofas
500 g de almejas
3 dientes de ajo
100 g de almendras
1 cucharada de harina
150 ml de txakoli
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Perejil

Retira el tallo y las hojas exteriores de las alcachofas. Córtales un trozo de la parte superior. Pon a calentar una cazuela con abundante agua, agrega las alcachofas y unas ramas de perejil. Sazona y cuécelas durante 20 minutos. Escurre, retírales otra capa de hojas y córtalas por la mitad. Resérvalas.

Pela las pencas del cardo, retirándoles los hilos. Córtalas en trozos de 5 centímetros y ponlos a cocer en una cazuela con abundante agua y una pizca de sal. En 25 minutos estarán a punto. Reserva las pencas y un poco del caldo.

Pica 3 dientes de ajo finamente y ponlos a rehogar en una cazuela amplia y baja con un chorrito de aceite. Añade la harina y cocínala. Vierte el txakoli, un poco del caldo del cardo y las almejas. Tápalas y cocínalas hasta que se abran las almejas. Espolvorea con perejil picado.

Introduce el cardo y las alcachofas, y cocina el conjunto durante 5 minutos.

Coloca las almendras sobre la placa del horno y tuéstalas en el horno a 180º C durante 10 minutos. Sirve las verduras con almejas y agrega encima las almendras tostadas.

Receta de la web Hogarmania

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Edmundo

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