Del mercado a tu mesa

Author - Edmundo

Pollería Hermanos Gómez: receta de pollo a la Marengo

Pollo a la Marengo

El pollo a la Marengo es el resultado de la combinación del ingenio de un cocinero, el ansia de un emperador y los daños colaterales de los actos bélicos. Todo ello dio como consecuencia una receta que ya tiene su espacio propio en la gran cocina internacional.

Nunca es fácil datar el origen de las recetas, pero hay casos excepcionales que nos permiten poner la fecha exacta del nacimiento de un guiso concreto. Este es el caso del pollo a la Marengo, cuya creación se realizó el 14 de junio de 1800, ni un día más ni un día menos.

Su historia comienza en la mañana de ese día, cuando los ejércitos de Napoleón estaban en plena refriega con las tropas austrohúngaras en las inmediaciones de Marengo, en el Piamonte italiano. Los choques, que se prolongaron a lo largo de la jornada, habían destruido las cocinas de campaña que abastecían al estado mayor francés, dejando sin comer al general, que al final de la batalla instó a su cocinero a que se las ingeniase para preparar una comida que saciase su hambre.

A éste no le quedó más recurso que organizar una batida entre las granjas desperdigadas para hacerse con algún producto que le permitiese “crear”. De lo poco que había dejado la contienda pudieron reunir gallinas, algo de pan, huevos, tomates, champiñones, cangrejos, aceite y vino blanco de la zona.

Con todo ello preparó un guiso que pasaría a la historia gastronómica con el nombre de pollo a la Marengo, que a pesar de la internacionalidad que alcanzaría posteriormente no dejaba de ser lo que podía considerarse como cocina de aprovechamiento.


Receta de pollo a la Marengo
Pollo a la Marengo

Ingredientes:
1 kg y 300 g de pollo, cortado en trozos
8 cigalas
4 huevos
1 vaso de vino blanco seco
2 tomates
2 dientes de ajo
perejil picado
caldo de verduras
picatostes
aceite
mantequilla
sal
pimienta

En una sartén, tres cucharadas de aceite de oliva y, a fuego fuerte, dorar el estofado de pollo.

Mientras tanto, en una cacerola, caliente dos cucharadas de aceite de oliva con los dientes de ajo aplastados, después de un minuto añadir el estofado de pollo, los tomates pelados, eliminadas las semillas y cortados en cubos, cocinar, regar todo con el vino y dejar que se evapore.

Añadir poco a poco el caldo de verduras caliente.

Mientras tanto, en una sartén sin ningún condimento saltear las cigalas sin pelar, regar con unas cucharadas de vino hasta que se evapore. Salpimentar.

Saltear en mantequilla los picatostes y freir los huevos.

Emplatar el estofado de pollo en un plato, retirar el ajo, naparlo con la salsa y contornear con huevos fritos alternando con las cigalas peladas.

Espolvorear todo el perejil picado y servir con trocitos de pan por separado.

Receta de Il Cucchiaio d’Argento

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Pescadería Ernesto Prieto: receta de lasaña de bonito con pisto

Receta de lasaña de bonito del Norte

¿Que nos ha traído el verano?  Vacaciones, descanso, sol, playa, rebajas… NO. Nos deja el bonito del norte, un apreciado túnido con todas sus bondades nutricionales y con un historial culinaria soberbio: guisado con patatas, estilo marmitaco, encebollado, cocido en una salsa -de tomate, la más popular-, en rollo, al vacío o marcado brevemente en la plancha… con su carne sabrosa y su textura suave.
Bonito del Cantábrico

Esta vez le traemos una preparación de esas que se puede catalogar «mar e monti», pues armoniza lo mejor del mar con las excelencias de la huerta:


Receta de lasaña de bonito con pisto
Lasaña de bonito del Norte y pisto

Ingredientes:
12 placas de lasaña precocinada
500 gr de Bonito
2 Bolas de queso mozzarela
Hierbas provenzales
Bechamel

Para el pisto:
1 Cebolla grande
1 Calabacín
1 Berenjena
1 Pimiento Rojo
1 kg de tomates maduros
Aceite de oliva
Una pizca de azúcar

 

Limpiamos de espinas y pieles el bonito. Picamos, sazonamos al gusto y sofreímos en una sartén con un par de cucharadas de aceite. Cuando lo veamos dorado por todos los lados sacamos a un bol.

En esa misma sartén y añadiendo un poco más de aceite de oliva, pochamos la cebolla limpia y cortada finamente.

Cuando la veamos transparente añadimos el pimiento rojo limpio y cortado en tiras finas junto con la berenjena, pelada y cortada en dados no muy grandes.

Removemos, dejamos cinco minutos a fuego lento y añadimos el calabacín limpio y sin pelar, cortado en trozos regulares pequeños. Dejamos que se haga todo el conjunto otros cinco minutos.

En este tiempo lavamos y rallamos los tomates. Pasamos esta preparación por el chino y lo vertemos directamente sobre la sartén donde tenemos el sofrito.

Removemos, sazonamos y añadimos una pizca de azúcar (para contrarrestar la acidez del tomate). Bajamos el fuego al mínimo, dejamos hacer durante veinte minutos aproximadamente. En los últimos cinco minutos añadimos el bonito que teníamos reservado. Mezclamos bien y dejamos que se termine de hacer.

Mientras, en lo que preparamos las placas de lasaña precocinadas como nos indique el envase, elaboramos una bechamel tostando en una sartén con un poco de aceite de oliva una cucharada de harina, en cuanto empiece a coger color añadimos 300 ml de leche. Removemos bien con unas varillas hasta obtener una crema sin grumos. Retiramos del fuego, sazonamos añadimos un poco de nuez moscada y removemos de vez en cuando para que no se nos forme costra por encima.

Cuando las tengamos listas, sacamos, escurrimos y colocamos cuatro placas encima de una fuente a la que habremos puesto un poco de bechamel en la base.

Cubrimos las placas con un poco de la mezcla que tenemos en la sartén. Ponemos otras cuatro placas y repetimos el proceso hasta terminar por último de colocar las últimas placas de lasaña precocinadas.

Terminamos cubriendo la lasaña con bechamel y rodajas de queso mozzarella.

Esparcimos por encima hierbas provenzales y gratinamos en el horno.

Receta de El Aderezo

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Carnes Cesáreo Gómez: cocina al vacío sin vértigo

Solomillo al vacio

Los cocina se ha convertido en un mundo en permanente mudanza, donde han surgido nuevos métodos que, por lo general, mejoran el resultado final. Una de esas formas es la cocina al vacío. Vamos a intentar que cocinar al vacío nuestras carnes no te produzca vértigo, aproximándote al sistema y aportando alguna ayuda que te permita emular a una cocina profesional sin tener que hipotecar tu patrimonio para dotarte del equipamiento necesario. ¿Puedes conseguir resultados semejantes a los que los chefs profesionales logran en sus restaurantes sin arruinar tu economía o llenar tu cocina familiar de un aparataje innecesario? Rotundamente sí.

Cocer al vacío es colocar un alimento dentro de un envase (bolsa o bandeja) que sea estanco y termo resistente, extraer el aire de su interior, sellarlo herméticamente y someterlo a la acción de una fuente de calor, a la que previamente se habrá regulado la temperatura constante y el tiempo necesario para llegar a cocer el alimento.

Este método fue creado por George Praluse en 1974 buscando la forma de reducir las mermas que se producían al cocinar el foie, y logró reducir las mismas de un 20% a un 3%. ¡El método funcionaba!.

A raíz de estos resultados se constataron que tenía otras ventajas añadidas. Al margen de reducir la pérdida en el producto, al no perderse líquidos el producto no se resecaba, preservaba las cualidades dietéticas y organolépticas al conservar todas las sustancias volátiles e hidrosolubles (sobre todo los componentes aromáticos), se concentraban los sabores de adobos y marinados, se conseguían texturas más suaves, se prolongaba el tiempo de conservación…
Cocina al vacío de carne
Esta técnica de cocción es mucho más sana que los métodos tradicionales al no producir ninguna toxina cancerígena. Además, se mejoran los métodos de seguridad higiénica, se manipula menos el producto y se disminuyen considerablemente las probabilidades de contaminación al estar el producto sin oxígeno.

El primer paso es el envasado al vacío. Aquí está la primera ayuda. Cuando elijas tu pieza en Carnes Cesáreo Gómez nosotros nos encargaremos de realizar el empaquetado en bolsas al vacío, perfectamente sellado. Incluso, si nos solicitas los aditamentos con los que quieres cocinar (hierbas aromáticas, especias…) te llevarás el producto listo para la cocción.

Existen opciones más caseras, como utilizar bolsas con cierre zip o el papel film (ojo que sea apto para soportar temperatura). Ambas posibilidades funcionan, pero asumes el riesgo de que la carne quede dentro del envoltorio con parte de aire, lo que pondrá en peligro el resultado final.

Viene el momento álgido, la cocción. A falta del roner profesional, termotasto que permite crear una temperatura constante para cocinar al baño maría (artilugio genial pero sensiblemente caro, a no ser que tengas una inmensa prole, estés decidido a cocinar al vacío a toda la familia y parte del barrio o tengas la intención de abrir un restaurante clandestino), te recomendamos nuestra sonda térmica, que funciona como un perfecto termómetro y que nos servirá para avisarnos y mantener la temperatura de cocción estable.
Sonda térmica en Carnes Cesáreo Gómez
La opción más de andar por casa es utilizar una olla con mucha agua, la sonda térmica y comprobar la temperatura cada poco tiempo para ver si tenemos que subir o bajar el fuego. Con este método para cocinar al vacío hay que tener en cuenta dos cosas importantes:

  1. Cuanta mayor sea la cantidad de agua más fácil será mantener constante la temperatura.
  2. Tendremos que inventar algún sistema para que lo que el envoltorio esté sumergido pero sin tocar el fondo de la olla, ya que éste, al estar en contacto directo con la fuente de calor, estará a mayor temperatura. Colocar unas piedras en el fondo nos servirá como aislante.
    Cocina al vacío con carne

La segunda opción para cocinar al vacío, parecida a la anterior pero más refinada, es usar el bendito horno, una olla que pueda ir al horno y la sonda térmica. Lo que haremos será calentar el horno a la temperatura a que queramos el agua. Por otro lado, en el fuego ponemos a calentar el agua en la olla hasta comprobar que se ha alcanzado la temperatura que buscamos, introducimos los alimentos “envasados”, esperamos a que se estabilice de nuevo la temperatura y en ese momento metemos la olla tapada en el horno. Como dentro del horno la temperatura ambiente será la misma que la del agua será mucho más fácil mantenerla constante durante horas y no tendremos que estar comprobando a cada rato.

En general para las carnes necesita temperaturas de cocción entre 65-70ºC.

Para conseguir el punto de crujiente o dorado exterior que, naturalmente, la cocción al vacío no puede dar, se puede conseguir ese acabado tras la cocción y antes de servir, extrayendo el producto de la bolsa una vez templado y dándole un golpe de plancha para potenciar sabores y conseguir una textura más «crunch».


Receta de solomillo de ternera al vacío
Solomillo al vacio

Ingredientes (1 persona):
1 corte de solomillo de ternera
2 dientes de ajo
1 ramita de tomillo
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta en grano y sal

Se congela un chorrito de aceite con una rama de tomillo fresco

Se mete en una bolsa de vacío junto al ajo picado, la pimienta en grano y el solomillo salpimentado y se sella.

Se mete en agua a una temperatura entre 55 y 77º durante 30 minutos

Se retira, se saca de la bolsa y se pasa unos segundos por la plancha por ambos lados.

Se sirve con un acompañamiento que, en este caso, son unas coles de Bruselas hechas al vapor.

 

Receta de El Cocinero Fiel

 

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Frutas Charito: ¿cómo conservar mejor frutas y verduras?

Alargar la vida de frutas y verduras

En Frutas Charito le damos mucha importancia a la buena presencia y lozanía de nuestras frutas y verduras, como es una buena muestra nuestros bancadas en el Mercado de Chamartín, pero somos conscientes que la conservación de estos productos no es tarea fácil, y queremos evitar que al abrir su nevera aquella fruta que tan buen aspecto tenía en los mostradores aparezca triste y deslucida. Por ello hemos recogido algunos consejos que faciliten alargar la vida útil de frutas y verduras, conservando sus mejores cualidades, tanto nutricionales como visuales, lo que significa también un ahorro en la economía doméstica.

Conservar verduras
Consejos de conservación de verduras

Solemos pensar que la mejor forma de conservar las verduras es en la nevera, pero esto no siempre es así, ya que algunos alimentos como la patata, el tomate, la cebolla o el boniato, se deben guardar en lugares secos y bien ventilados.

En el caso de los ajos podemos recurrir a meterlos en la nevera unas horas antes de utilizarlos para poder pelarlos con mucha más facilidad.

En otros vegetales de hoja como las acelgas, las espinacas o las lechugas, sí es conveniente guardarlos en el frigorífico. La forma más recomendable es introducirlos en una bolsa de plástico con varios agujeros para mantener la ventilación idónea y evitar que se pudran.

Si crees que no te va a dar tiempo a comer todas las verduras que has comprado antes de que se estropeen, puedes congelarlas. Podrás hacerlo tanto cocinadas como crudas, aunque sí debes tener en cuenta que hay que lavarlas y secarlas bien antes e introducirlas en una bolsa de plástico con buena ventilación también.

Para conseguir que conserven su mismo aspecto y color, lo mejor será blanquearlas. Este proceso consiste en hervir durante unos minutos las verduras, sin llegar a cocinarlas del todo, antes de proceder a su congelación, y así conseguiremos que el frío no afecte a su color ni a sus propiedades.

Proteger la fruta
Fresquillas, fruta de verano

El lugar más adecuado para conservar frutas es en un sitio fresco y seco con buena ventilación. Hay que evitar en la medida de lo posible el frigorífico, ya que de esta manera además de «pasarse» se van «arrugando», porque van perdiendo humedad interior, perdiendo su sabor y se pudrirán antes de tiempo. Esto sucede, sobre todo, con las naranjas y las manzanas.

Una de las técnicas para conservar frutas durante muchos días, para las que son muy delicadas, es utilizar el clásico tuper forrado con 2 ó 3 capas de papel absorbente de cocina, colocando también papel por encima antes de poner su tapa. Es recomendable comprobar cada día que el papel no está mojado, para cambiarlo inmediatamente si lo estuviera.

No guardar nunca en la nevera una fruta que no esté madura, sea la que sea. Dejarla simplemente 1 día o varios encima de una bandeja, en la cocina hasta que madure.

Algo que debemos tener en cuenta, pero que mucha gente desconoce, es que cuando mezclamos distintas clases de frutas se puede acelerar su proceso de maduración. El caso más conocido es el de las manzanas, por lo que lo mejor será colocarlas en un frutero aparte.

Si queremos aprovechar durante todo el año el sabor de una fruta de temporada, podemos optar por congelarla. A diferencia de las verduras, no es necesario blanquearlas, pero debemos congelarlas cuando aún estén muy frescas y comprobar que no tengan magulladuras.

Fruta gourmet
Frutas Charito
suministra el producto en bolsas de papel, pero si en alguna ocasión ha llegado a casa en bolsas de plástico es imprescindible sacarlas de su envoltorio, pues en el proceso de traslado pueden estar “sudadas” y por tanto mojadas.

La norma indica que lo más aconsejable es no lavar ninguna fruta antes de su conservación, y hacerlo en el momento inmediato a su consumo.

Estas son algunas recomendaciones que servirán para conservar frutas y verduras de la manera correcta para incluirlas en tu dieta diaria. Recuerda que una alimentación sana, bien balanceada y donde el mundo vegetal tenga una posición preponderante, te ayudará a conseguir una salud de hierro.

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Pollería Hermanos Gómez: cassoulet con confit de pato

¿Puede un magnífico cassoulet, el guiso más emblemático por encima de los Pirineos, ser un plato de estío? Sin duda sí, es perfecto para esos meses en que la siesta no está mal vista y el reposo tras la comida es más que un deporte nacional, es una necesidad.

Ya sabíamos por Fernando Fernán Gómez que «Las bicicletas son para el verano», pero los platos de cuchara también pueden serlo. Que todavía hace demasiado calor, que los platos de cuchara no son cuando el calor arrecia. ¡¡¡Zarandajas!!! Los habitantes de países tropicales, donde el calor es una constante, no hacen remilgo alguno a consumir guisos calientes, suficientemente especiados, y están… tan frescos.

Otro cantar es ponerse a prepararlo, por eso les proponemos una conserva de la reputada firma Marie Hot, un cassoulet con confit de pato, repleto de toda la autenticidad y sabor de este plato tradicional del sur de Francia.
Cassoulet de pato

El cassoulet es uno de esos platos que identifican a sus regiones, como pueden serlo la fabada, la paella, el choucroute, la bouillabaise…

El nombre del cassoulet le viene de la cazuela en el que se cuece: la cassole. Este recipiente de barro tiene unas características térmicas idóneas para la cocción necesariamente lenta del cassoulet y para que el calor sea uniformemente distribuido a todo el recipiente.

El cassoulet es el plato rey de la cocina de la región de la Aquitania. Se elabora con ciertos ingredientes imprescindibles y con otros que varían según el cocinero o la localidad. Lleva carne de cerdo (costilla) pero también confit de pato, tocino magro y salchicha de Toulouse. La alubia blanca debe ser de la región, como la de Tarbes, de piel fina para dejar que los otros sabores la impregnen, y semilla alargada y carnosa que se deshace en el paladar. Pero el secreto de este plato regional, y que la conserva Marie Hot respeta, está en su cocción: el cassoulet es un manjar que se debe cocer a fuego lento, una herencia de cuando se cocinaba con tiempo, de la época en que la cocina y el comer, que es lo importante, requieren su tiempo.
Cassoulet de pato

Pero para consumir la conserva que le presentamos bastará con calentarla al baño maría sin que llegue a hervir, lo que preserva todas sus cualidades gustativas.

No se deje impresionar por las temperaturas veraniegas y disfrute de la comida auténtica.

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Pescadería Ernesto Prieto: beneficios del pescado y el marisco

El pescado y el marisco son  alimentos característicos de la dieta tradicional mediterránea, y componentes básicos que deben estar presente en la dieta en forma de varias raciones a la semana.

Los pescados y mariscos son considerados por los nutricionistas como alimentos muy completos porque nos aportan gran cantidad de nutrientes diferentes y atesoran valiosas propiedades esenciales para nuestro cuerpo. Además, son una base indispensable para todos aquellos que quieren perder unos kilos de más ya que casi no contienen grasa y podemos consumirlos cuatro y cinco veces al día.
Marisco alimento saludable

Todo la variedad de pescados y mariscos proporcionan sobradas razones para incluirlos en la dieta diaria. Deben saber que:

  • Refuerza el sistema inmunológico. Estos alimentos contienen una gran cantidad de vitaminas y antioxidantes muy beneficiosos para nuestro sistema.
  • La aportación del pescado y el marisco en nuestra dieta diaria no sólo nos ayuda a prevenir posibles enfermedades sino que también disminuye la inflamación de las articulaciones y la fatiga, síntomas comunes de la artritis.
  • Potasio, yodo, sodio y magnesio son una buena parte de los minerales que asimilamos con su consumo, incluso en algunos casos nos aportan hierro y calcio. De ello se benefician nuestro organismo, mejoran la visión y ayudan a que nuestra piel se mantenga saludable.
  • El consumo de pescado habitualmente, sobre todo el pescado azul, también ayuda al fortalecimiento de nuestros huesos gracias a su aportación en vitamina D.
    Pescado y marisco en la dieta
  • La mayoría de las variedades de pescado contiene una cantidad total de grasas muy baja, y esas grasas son mayormente poliinsaturadas (beneficiosas) lo que lo hace un alimentos perfecto cuando se está a dieta. Recuerde que frecuentemente es la forma de preparación del pescado lo que puede sumar calorías (como salsas y frituras), sin que éstas estén presentes en el pescado de por sí. Así, otras formas de cocción, como a la parrilla, al vapor o en un horno microondas ayudan a reducir la cantidad de grasas totales por porción de pescado.
  • El Omega 3 que contienen los pescados y mariscos ayuda a reducir el colesterol, por lo que también es beneficioso para evitar problemas cardiovasculares.
  • Un estudio reciente, publicado por el Journal of the American Medical Association encontró que los adultos mayores consumidores de marisco al menos una vez a la asemana mostraban menos signos de cambios cerebrales relacionados con el Alzehimer.
    Pescados y mariscos fortalecen nuestra salud
  • Aunque pueda parecer raro, añadir estos alimentos en nuestra dieta diaria hace que se reduzca el riesgo de contraer cáncer.
  • Y, por último, aunque muchos no lo sepan, estos alimentos son unos excelentes aliados para aliviar la depresión y la fatiga. Por lo que… ¡Comer pescado nos ayuda a ser más felices!

Un buen puñado de bondades que encontrará en pescados y mariscos, ya solo le queda ser respetuoso en su preparación: evitando largas cocciones o fritura, pues añadiremos grasas y calorías y además favoreceremos la pérdida de nutrientes por efecto del calor.

Combínelos con grasas buenas (aceite de oliva, aguacate, frutos secos…) pues favorecerá la absorción de vitaminas de los grupos E y A, y acompáñelos con alimentos ricos en fibra para que completar platos dietéticamente “redondos”.

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Carnes Cesáreo Gómez: la carne roja de Galicia ya tiene certificado

Carne fresca de buey de Galicia

Ya era hora, pero por fin la carne roja gallega ya tiene su certificado. Mucho han tardado en otorgar la inscripción en el registro comunitario de la Indicación Geográfica Protegida para la carne de vaca y buey gallego. Para los que ya eran aficionados al “oro olímpico” de las carnes rojas quizás les suene a poco más de un trámite burocrático, pero esta certificación tiene su importancia en cuanto se pone en valor y se normaliza la reputación de una de las carnes más valoradas por gourmets de todo el mundo.

Esta nueva IGP tiene el objetivo de la preservación y el reconocimiento de la carne fresca procedente de las vacas y bueyes de la comunidad gallega, obtenida de las principales razas que conviven en el territorio, a saber: Rubia Gallega, Morena Gallega, Asturiana de los Valles, Limusina, Blonda de Aquitania y Frisona.
Buey de Galicia
Para cumplir con la Indicación Geográfica Protegida la carne deberá presentarse refrigerada, sin que pueda ser congelada en ningún momento a lo largo del proceso de obtención y comercialización. La vaca se caracteriza por ser una hembra con al menos una gestación antes del sacrificio. El buey debe ser un macho castrado antes del año de vida y que supera los 48 meses de edad antes del sacrificio.

Este certificado abarca la totalidad del territorio gallego y para ello los animales deben nacer criarse, engordarse, sacrificarse y despiezarse en Galicia, con la intención de mantener la especificidad de la carnes y poder controlar la obtención del producto.

Las características organolépticas, de conformación y de grado de engrasamiento son las siguientes:

  1. Vaca gallega: esta carne es de color rojo a rojo cereza, marmoleada y entreverado fino con grasa de color entre blanco cremoso y amarillento, de textura firme y grano consistente al tacto, tierna, con olor a manteca animal y sabor cárnico profundo.
  2. Buey gallego: carne es de color rojo a rojo púrpura, con un marcado entreverado, grasa de color entre blanco nacarado y amarillo, olor intenso a manteca animal, jugosa en boca y sabor amplio y persistente, típico del vacuno mayor.
    Chuletón de buey gallego

A lo largo de la historia se desgrana el secreto de estas vacas y bueyes: pequeños productores y no grandes vacadas, animales que trabajan en el campo pero no en exceso y ceba cuidadosa al final de su vida útil con pasto fresco de prados y alimentos en establo. Esta ceba esmerada, donde se combina el cuidado de los animales con el ejercicio moderado y la alimentación en pasto y establo típica de Galicia, es el proceso clave para la calidad final de esta carne.

La excelencia de los bueyes gallegos

Actualmente, esta carne forma parte del segmento de carnes selectas y está considerada entre las mejores del mundo, tanto a nivel de carnicerías delicatessen como de la alta cocina de múltiples países. La carne de vaca y buey de Galicia es un producto famoso y reputado, como así lo demuestran su posicionamiento en carnicerías especializadas, tanto en españa como en otros países, la valoración de carniceros gourmet, como por ejemplo: Yves-Marie Le Bourdonnec; su presencia en las cartas de restaurantes prestigiosos: Etxebarri, en Bizkaia; Kitti Fischer’s y Lurra, en Londres; La Griglia de Varrone, en Milán; The Blue Butcher, en Hong Kong, …; los platos elaborados por cocineros reconocidos: Juan María Arzak (3* Michelín), Berasategui (3* Michelín), Gilles Goujon (3* Michelín), Bertrand Grébaut (Séptime, en París, 1* Michelín), Sébastien Broda (Park 45, en Cannes, 1* Michelín), Kei Koyabashi (Kei Restaurant, en París, 1* Michelín), etc.; las múltiples referencias en medios de comunicación internacionales, ocupando espacio en las páginas de The Guardian, The Thelegraph, Foodism, Le Figaro, Le Monde, L’Express, Le Soir…; y la opinión favorable de numerosos críticos gastronómicos: Mike Gibson, Killian Fox, Jay Rayner… blogueros y prescriptores especializados en carnes de vacuno mayor.

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Frutas Charito: Sopa fría de melocotón

Melocotones en sopa fría

Llega el calor y surgen los melocotones, unos rojos, también llamados de agua o fresquillas, otros amarillos, también denominados de viña, más allá las nectarinas y un poco más lejos los paraguayos. Los hay de piel lisa o aterciopelada, de pulpa blanda y jugosa o de carne prieta. Los hay de sabor dulce o ligeramente acidulado.

Tamaño derroche de diversidad viene dado por que en el mundo se cultivan del orden de dos mil variedades de melocotón (en España llega al centenar) y con cada temporada van surgiendo al mercado más.

Con todo ello, el mayor problema se presenta en encontrar el melocotón ideal, para que su compra no se convierta en una lotería. Por ello en Frutas Charito nos esforzamos en seleccionar los mejores melocotones, dulces y aromáticos, valorando a los productores cuya profesionalidad y experiencia nos han confirmado una calidad de forma constante.

Solucionada esa lotería que algunas veces significa escoger el melocotón “fetén”, les proponemos dar a esta fruta una finalidad diferente a la habitual, comerlos en crudo, tal cual, como siempre se ha hecho, y poder jugar en la cocina aprovechando sus mejores valores (sabor y aroma) en presentaciones bien diferentes, para incluirlos en primeros platos, refrescantes y nutritivos, y no exentos de presencia.


Receta de sopa fría de melocotón, albaricoque y queso de cabra

Sopa fría de melocotón y albaricoque

Ingredientes (4 personas:
3 melocotones
12 albaricoques
Un pepino pequeño
½ pimiento rojo
2 cucharadas de miel
100 g de rulo de cabra
50 ml de vinagre de manzana (ajustar al gusto)
Aceite de oliva virgen extra
Un diente de ajo grande
Dos rebanadas de buen pan de hogaza
Cebollino o perejil
Sal
Pimienta

Pelar y cortar los melocotones en dados. Deshuesar los albaricoques y cortarlos en cuartos. Pelar y despepitar ⅔ del pepino y hacer dados con ⅔ del pimiento (reservar el resto para decorar).

Poner en un bol o tartera la fruta y las hortalizas en dados con el vinagre, la miel, un poco de sal, pimienta, dos cucharadas de aceite, el ajo partido por la mitad y la mitad del queso de cabra. Mezclar bien, tapar y dejar reposar toda la noche en la nevera.

Descartar el ajo y procesar la marinada con ¾ de taza de agua (o más, si queda demasiado espesa), corrigiendo de sal, pimienta y acidez. Enfriar una hora más para que se mezclen bien los sabores.

Poco antes de servir la sopa, cortar el pan en dados y dorar en una sartén con un chorrito de aceite de oliva (poco, no tiene que estar frito). Enfriar sobre un papel de cocina.

Servir la sopa con los tostones de pan, unas láminas finas de pepino y pimiento, un poco de cebollino (o perejil picado), un poco de queso de cabra desmigado, aceite, pimienta.

Receta cortesía de El Comidista. El País

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Pollería Hermanos Gómez: en verano pollo en ensalada

Mil ensaladas de pollo

Pollo en verano, la carne blanca, baja en grasas, nutritiva, muy económica y extremadamente versátil, es durante el periodo estival un integrante perfecto de gran cantidad de recetas frías, ya sea para formar parte de aperitivos, entrantes o como plato principal.

Superior en ensaladas, por su facilidad de combinar con verduras y frutas, que por completas puede convertirse en plato único, y al mismo tiempo de refrescar son capaces de aportar todos los nutrientes necesarios para seguir desplegando toda la actividad a lo largo de la jornada.

Aquí van un par de sugerencias, pero existen muchas más.

Ensalada de pollo y mango
Pollo en ensalada

Ingredientes:
1 pechuga grande de pollo
1 ramita apio 
sal y pimienta en grano 
2 mango maduro 
1 puñado hojas de lechuga variadas 
2 tomate 
semilla de sésamo

Para la salsa:
2 cucharada aceite de oliva
1 cucharada zumo de limón 
2 cucharada vinagre de vino tinto 
1 cucharada azúcar 
1 chalota picada 
1 diente ajo machacado 
2 filete anchoa

En una olla con agua hirviendo, cocer la pechuga de pollo con el apio, un pellizco de sal y pimienta. Dejar enfriar y cortar la pechuga en tiras regulares. Pelar, quitar la semilla y cortar la pulpa de los mangos en tiras. Cortar los tomates también en tiras.

Picar los filetes de anchoa y mezclar con el aceite hasta que queden disueltos casi por completo. Incorporar el zumo de limón, el vinagre, la cucharada de azúcar, la chalota picada y el diente de ajo. Batir muy bien hasta que la salsa ligue por completo.

En una fuente, disponer de forma concéntrica las hojas de lechuga y repartir de la misma forma las tiras de mango, tomate y pollo. Regar con la salsa y decorar con las semillas de sésamo.

Receta cortesía de ELLE


Ensalada de pollo, melocotón y almendras
Ensalada de pollo, melocotón y almendras

Ingredientes (4 personas):
200 gr de pechuga de pollo asada o cocida
150 gr de queso fresco
2 melocotones frescos grandes y firmes o 3 mitades de melocotones el almíbar ligero
100 gr de almendras fritas saladas
1 trozo de pimiento rojo
100 gr de hojas de rúcula, canónigos o brotes frescos a tu gusto
1 yogur natural tipo griego
2 medidas del vaso del yogur con salsa mayonesa
Una pizca de sal y pimienta

Cortamos la pechuga de pollo en daditos regulares. Pelamos los melocotones y los cortamos también en daditos del mismo tamaño y hacemos lo mismo con el queso. Picamos más menudito el pimiento rojo. Lo puedes suprimir pero aporta un punto fresco y crujiente.

Mezclamos la mayonesa con el yogur y salpimentamos al gusto la salsa.

Mezclamos todos los ingredientes con la salsa y dejamos enfriar unas horas en la nevera hasta el momento de servir.

Para servir ponemos una cama de lechugas y hojas verdes al gusto y ponemos la ensalada por encima.

Puedes usar filetes de pechuga y pasarlas un momento por la plancha. Las dejas enfriar y las troceas después. También se puede usar pavo en lugar de pollo.

Los mejores quesos para las recetas con los quesos frescos y firmes, pero si lo prefieres puedes usar un queso más fuerte tipo Edam o Emmenthal.

Receta cortesía de Divina Cocina

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Pescadería Ernesto Prieto: Sardinas a la beccafico

El escritor Josep Pla decía que “las personas aficionadas a la cocina del pescado saben perfectamente que la sardina es el mejor pez comestible”. Una máxima que parece confirmarse cuando llega el verano y sus celebraciones. Por todo el territorio se multiplican los escenarios sardineros; no hay rincón, de norte a sur y de este a oeste, que no quede impregnado de ese singular olor de las sardinas asadas.

Pero ni es una particularidad de nuestro país, ni hay que conformarse con una humilde, pero sabrosa, sardina sometida al fuego purificador. En todo el Mediterráneo se rinde culto a este pescado popular y en regiones como la isla de Sicilia practican un amor reverencial a las sardinas que puede concretarse en uno de sus platos estrella:

Receta de sardinas a la beccafico
Sardinas rellenas al estilo siciliano

Ingredientes:
800 g de sardinas frescas
100 g de pan rallado
50 g de uvas pasas
½ vasito de vino de jerez
50 g de piñones
6 filetes de anchoa
Hojas de laurel
Zumo de ½ limón y de ½ naranja
Dos  cucharaditas de azúcar
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Alcaparras
Ajo

Limpiar las sardinas, dejándolas sin tripas ni espinas ni escamas y abiertas en abanico, pero no en dos partes sino una sola cada sardina; suele dejarse la cola. Luego se secan con papel de cocina y se reservan.

Mientras se ponen a remojo las uvas pasas en el vino de jerez (en su defecto en agua) y se enciende el horno a 200º para precalentarlo.

Echar aceite abundante en una sartén y dorar el pan rallado, removiendo para que no se queme.

Tomar un bol y echar en él el pan rallado junto con los piñones, las pasas, las anchoas troceadas, una cucharadita de azúcar, la sal y la pimienta (estas últimas al gusto). Se mezcla todo bien con ayuda de una cuchara, hasta que quede una farsa homogénea.

Rellenar las sardinas con esta farsa, quedando la zona de la piel por fuera e ir enrollándolas desde la zona más ancha hasta la parte de la cola y colocarlas en una bandeja de horno.

Mezclar el zumo de los cítricos con la cucharadita de azúcar restante y con unas cucharadas de aceite.

Colocar unas hojitas de laurel entre las sardinas, que deben quedar bien apretadas unas contra otras, y finalmente rociar con la mezcla de cítricos y aceite (si sobra parte del relleno también se puede echar por encima, aunque queda más elegante si es solamente con el zumo). Hornear unos 15 minutos a 180-200º.

Las sardinas se pueden emplatar según salen del horno, o bien podemos cortar cada sardina en 3 rodajas a imitación de sushi, y decorar como mejor guste, aunque no debe faltar un rociado final de aceite y los cítricos que se añadieron previamente.

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