Del mercado a tu mesa

Tag - sardinas

Sardina escabechada en anisados en una ensalada diferente

Sardina escabechada en anisados

Ingredientes (4 personas):

PARA LAS SARDINAS ESCABECHADAS
4 sardinas.

5 g de ajo.
50 g de blanco de puerro.
50 g de bulbo de hinojo.
100 ml de aceite de oliva virgen extra variedad PICUDO+HOJIBLANCA.
20 ml de vinagre de Jerez.
10 granos de pimienta negra.
5 g de estragón.

PARA LA ESPUMA DE ESCABECHE
100 ml del escabeche anterior.

8 g de glice.

PARA LA ROCA DE ACEITE
40 g de cebolla confitada.

120 g de clara de huevo.
20 g de aceite de oliva virgen extra variedad HOJIBLANCA
2 g de sal marina.
20 g harina de repostería.

PARA LOS CHERRIES CONFITADOS
12 tomates cherry, a ser posible de tres diferentes tonalidades.

100 ml de aceite de oliva virgen extra variedad PICUDO.
100 g de miel de romero.

PARA EL LICUADO DE LECHUGA
50 g de lechuga tipo Batavia o Trocadero.

20 g de cebolleta blanca.
5 g de perejil.
150 ml de agua.
Sal marina.
50 ml de aceite de oliva virgen extra variedad PICUDO.

 

SARDINAS ESCABECHADAS
Se limpian, desespinan y desangran las sardinas. Una vez listas se asan en sartén muy caliente, a fuego muy fuerte, por el lado contrario a la piel, que se habrá pincelado previamente con aceite PICUDO+HOJIBLANCA, durante 30 segundos. Se retiran con cuidado y reservan.

En la misma sartén, y con los 100 ml de aceite, se saltean las verduras, empezando por el ajo, seguido del puerro y por último el hinojo. Ninguno debe tomar color, simplemente transparentar. El hinojo deberá estar como mucho cinco minutos, para que no pierda todos los aromas. A falta de dos minutos para terminar se añade el vinagre de Jerez.

Una vez fuera del fuego se incorpora el estragón y la pimienta, se sella el recipiente con papel film y se deja infusionar 30 minutos al menos.

Pasado ese tiempo, se cuela.

En una bolsa de vacío se envasan las sardinas ligeramente saladas junto con los jugos del escabeche. Se hace vacío y se confita en horno de vapor o roner a 65º C durante tres minutos. Se enfría rápidamente, se separan las sardinas y los jugos, y se reservan las primeras hasta el emplatado.

ESPUMA DE ESCABECHE
En un cazo se calientan los jugos del escabeche hasta 65-70º C. Se incorpora el glice y se disuelve lentamente, removiendo continuamente con una varilla.

Una vez esté bien disuelto, se introduce el líquido en un sifón de 0’5 l, se carga con una carga de NO2 y se deja reposar en nevera al menos una hora.

ROCAS DE ACEITE
Se mezclan todos los ingredientes en un vaso de batidora hasta obtener una mezcla muy homogénea.

Se introduce en un sifón de 0’5 l y se carga con dos cargas de NO2. Se deja reposar en nevera 1-2 horas.

En vasos de plástico resistentes se hacen incisiones en la base para que circule el aire. Se llena hasta 1/3 de altura con la mezcla del sifón y se hornean en microondas a potencia máxima durante 45-50 segundos, dependiendo de la potencia del mismo. Se dejan enfriar y posteriormente se cortan en trozos irregulares donde queden bien marcados los alveolos del bizcocho.

En horno a 80º C se deshidratan estos trozos durante 30 minutos, hasta que queden completamente crujientes.

CHERRIES CONFITADOS
Se pelan los tomates con ayuda de un pelador. Se disponen en una bandeja de horno, pincelados con el aceite variedad PICUDO y se hornean a 160º C durante 20 minutos.

Pasado ese tiempo se incorpora la miel, se mezclan bien los tomates con ellas y se dejan hornear otros 20 minutos a 130º C, revolviendo cada cinco minutos, para que no se quemen ni se queden pegados al caramelizar.

LICUADO DE LECHUGA
Se introducen todos los ingredientes menos el aceite y la sal en un vaso de batidora y se trituran muy finamente. Una vez triturado se rectifica de sal y se emulsiona con el aceite variedad PICUDO.

Se cuela y se reserva en una jarra.

PRESENTACIÓN

Sobre un plato hondo se disponen tres rocas de aceite. A su alrededor, tres cherries confitados, uno de cada variedad. En el centro de las rocas se vierte la espuma de escabeche. Sobre las rocas y los cherries se disponen los trozos de sardina, con la piel hacia arriba. Se termina el plato con brotes de borraja y hojas muy tiernas y pequeñas de la misma lechuga de la que se ha hecho el licuado.

El licuado se servirá en mesa con ayuda de una jarra. Si se desea se pueden verter unas gotas de aceite variedad HOJIBLANCA sobre el licuado con una pipeta.

Receta cortesía de Nacho Garbayo cocinero y director de la Escuela SUEÑOS DE COCINA

Sardinas, certeza de la llegada del verano

A la brasa, a la parrilla, al espeto…, el verano español, que ahora empieza, huele y sabe a sardinas. Ya sean mediterráneas, más pequeñas y tal vez menos «engrasadas», o las cantábricas, de mayor tamaño y con algo más de aporte de Omega 3 bajo las escamas. En todo caso, la diferencia de sabor es mínima entre unas y otras, depende del gusto de cada consumidor, pero todas ellas saben a gloria.

Sardinas, el pescado azul más consumido

 

Qué sería de una celebración de San Juan, de un estío de tapeo, de unas cañitas en el chiringuito sin sardinas, mejor ni pensarlo. El verano es la temporada de este pescado, pescado azul por excelencia; es la época en que abundan y alcanzan la cumbre de su sabor, pues es el momento en que las aguas superficiales son más cálidas, el placton más abundante y esta especie de pequeño calibre se sobrealimenta, engordando y acumulando gran cantidad de grasa, lo que acentúa su sabor y el aroma de su carne.

En nuestros mostradores las encontrará con todas las características de frescura que deben cumplir: carne firme, ojos brillantes, rigidez de cuerpo y brillo en la piel. Daba su fragilidad deben manipularse lo menos posible, bastará con abrir el vientre, quitar las vísceras (a su gusto) y limpiarlas con agua fría.

Sardinas asadas con el acompañamiento de una rebanada de pan

 

De los extensos beneficios que comporta su consumo se ha narrado suficiente. Pero, como todo, tiene un inconveniente: el olor que desprende su cocinado. Existen algunos trucos que palían, en buena medida, este oloroso asunto. Por ejemplo: si calienta el horno a una temperatura media antes de cocinarlas y las envuelve bien en papel de aluminio, en unos 10 minutos estarán listas con todo el sabor y sin olores.

Los electrodomésticos también aportan alguna solución: prepárelas en el microondas, a temperatura máxima. Sólo nos costará un par de minutos disfrutar de un plato sabroso y nutritivo.

Si no es tan escrupuloso, o si tiene la opción de cocinarlas al aire libre sobre unas brasas o a la plancha, el olor, bendito olor, que se desprende formará parte del encanto de degustar sardinas. Sírvase sobre una rebanada de pan, que sustituirá el plato, y olvide los cubiertos; el rito de comer sardinas obliga a pringarse los dedos, es una condición necesaria para gozar de este bocado sublime.

Ahora opte por la forma de consumirlas, es tan larga como sugerente:
Asadas o enteras en la parrilla o en el horno; fritas en una sartén con aceite de oliva; enharinadas; rebozadas en harina y huevo o empanadas en harina, huevo batido y pan rallado (este pan puede guarnecerse con perejil y ajo picado). Si las sardinas son pequeñas se fríen enteras, mientras que si son grandes es preferible abrirlas en filetes o quitar sólo la espina central, dejándolas unidas por la cola en forma de mariposa.

Si se desean cocinar de forma más elaborada separe los lomos de la espina antes de la preparación. Una forma muy sencilla consiste en enterrar los lomos en una bandeja de horno con sal y dejarlas durante unos cinco minutos a temperatura muy fuerte, para después sacarlos y acompañar estos lomos con una ensalada de tomate, un pequeño chorro de aceite de oliva y unos trocitos de ajo y perejil recién troceados.

Lomos de sardinas marinadas

Las sardinas también se pueden marinar. Para ello, se introducen los lomos en un recipiente con zumo de cítricos (lima, naranja o limón) durante unos ocho minutos, o bien con vinagre de sidra o de vino blanco durante cinco minutos. Sólo deben marinarse de manera ligera en el exterior, mientras que el interior queda jugoso.

Ésta es una de las maneras más sabrosas de preparar en ensaladas, aliñadas con aceite de oliva, ajo, perejil y sal. También se puede acompañar de frutas frescas, como melón, manzanas, melocotón…, consiguiendo entrantes diferentes que combinan el frescor de las frutas con la carne grasa de este pescado.

Les dejamos un documento increíble donde las sardinas son protagonistas. Sus migraciones, en este caso en la costa este de Sudáfrica, y el seguimiento que hacen sus depredadores, se han convertido en un espectáculo único, que tiene su propio nombre: Sardine Run.

Empanadas artesanas

En contínua renovación de productos, solo escogidos bajo estrictos parámetros de calidad, les traemos las mejores empanadas artesanas gallegas. Impecables de masa, perfectas en su relleno, sea cual sea el que escoja. Un festival en su paladar.

Elija la variedad: de bacalao, de sardinillas, de bonito, de choquito, de mejillón, de zamburiñas…Las jemores empanadas artesanas

 

Para más información y pedidos consulte nuestra web: www.ernestoprieto.es

La web de la Pescadería Ernesto Prieto

Web Pescadería Ernesto Prieto

Receta de sardinas marinadas al aroma de jengibre con mermelada de guindillas rojas

 

Receta de sardinas marinadas al aroma de jenjibre

Ingredientes:
Para las sardinas marinadas
1kg de sardinas
1kg de sal gorda
½ de aceite de oliva virgen extra
1 trozo grande raíz de jengibre
1 paquete de tortillas de trigo para burritos

Para la mermelada de guindillas
250gr de guindillas rojas (chiles)
100gr de azúcar
1 lima (zumo y su ralladura)
Sal

Lavar las sardinas para quitarles todas las escamas, no es necesario quitarles las tripas. Una vez limpias y secas, sacaremos los lomos haciendo una incisión desde la cabeza y hasta la cola, en horizontal sobre la espina.

En una fuente ponemos una capa de sal gorda y vamos colocando los lomos de sardinas sobre su piel. Ponemos una nueva capa de sal y seguimos colocando las sardinas, hasta acabar definitivamente con una capa de sal. Tendremos las sardinas marinando durante 1 hora aproximadamente, según el tamaño las dejaremos un poco más. Después de ese tiempo, sacaremos las sardinas y las pasaremos por agua para quitar cualquier resto de sal.

Las secamos con papel de cocina y las ponemos en un recipiente apropiado para guardarlas después en la nevera. Pelamos la raíz de jengibre, la rallamos finamente y la mezclamos con el aceite, que después añadiremos a las sardinas. Marinar en la nevera durante mínimo 12 horas.

Lavar las guindillas, quitarles el pedúnculo y picarlas finamente (este paso es recomendable hacerlo con unos guantes desechables de latex, para evitar después picores al tocarnos los ojos o la nariz). En una cazuela, a fuego suave, ponemos las guindillas con el zumo de lima y su ralladura, el azúcar y una pizca de sal. Dejamos que se disuelva el azúcar y vaya espesando la mezcla, durante aproximadamente media hora o tres cuartos. Cuando la confitura tenga la consistencia deseada, retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Para la presentación me he inspirado en el plato “Anchoas marinadas a la sidra, con vinagreta de guindillas y coco” del libro Recetas, de Juan Mari Arzak. Consiste en cortar unos rectángulos de tortillas de trigo, de las que se usan para hacer burritos o fajitas, y después freírlas unos minutos a fuego fuerte. Para perfumar las tostadas de tortilla, he usado el aceite aromatizado de jengibre de las sardinas.

Colocar tres sardinas sobrepuestas en horizontal y cortarlas con la misma anchura de la tostada.  Colocamos sobre uno de los extremos y en el otro ponemos un guisante de la mermelada de guindillas.

Receta cortesía del blog Garbancita