Del mercado a tu mesa

Tag - rabo de buey

Brazo de gitano parmentier relleno de rabo de ternera

Parmentier relleno de rabo de ternera

Ingredientes para 4 personas:

1 Rabo de ternera
3 cebollas grandes
500 cl de vino tinto (de tetra brik mejor no)
400 grs de salsa de tomate (sirve comprado, de buena calidad)
4 cucharadas de miel
1 Kg de patatas
50 grs de mantequilla

 

Le pedimos a nuestro carnicero que nos parta el rabo de ternera por las coyunturas, no que nos lo sierre. Pelamos y cortamos las cebollas en juliana. Sazonamos con sal y pimienta los trozos de rabo, pasamos por harina y los sacudimos para que solo queden ligeramente enharinados. Doramos en una cazuela con un poquitín de aceite, intentad dorarlos con el menor aceite posible ya que la carne suele soltar un poco de grasa, sobre todo si es de buey y la salsa nos podía quedar grasienta. Una vez dorados los sacamos y en la misma cazuela ponemos a dorar la cebolla, mejor si toma un poco de color tostado. Una vez la cebolla esté bien dorada añadimos la carne y la salsa de tomate y rehogamos todo un par de minutos. A continuación el vino, ponemos a fuego vivo durante dos o tres minutos para que el vino evapore el alcohol. Añadimos la miel, tapamos y dejamos cocer a fuego lento. Cuando lleve una hora de cocción probamos de sal y añadimos un poco de agua (si tenemos un poco de caldo de verduras mejor) si fuera necesario para que la carne este cubierta en todo momento.

Mientras la carne termina su cocción pelamos las patatas y las ponemos a cocer enteras con un poco de sal. Una vez cocidas las pasamos por un pasapurés o las aplastamos con un tenedor añadimos la mantequilla y probamos el punto de sal.

Cuando esté cocido el rabo (la carne debe despegarse del hueso sin dificultad) lo desmigamos y reservamos. La salsa la trituramos y pasamos por un chino una vez triturada ponemos en un cazo y llevamos a ebullición ya que al triturarla pierde color por la introducción de aire.

Sobre un trozo de papel film extendemos el puré de patatas en forma de rectángulo de un grosor de medio cm más o menos, ponemos sobre el puré la carne desmigada y enrollamos ayudándonos del papel film e intentando que quede lo mas prieto posible y dejamos que coja cuerpo un par de horas en la nevera.

A la hora de servir cortamos medallones y marcamos en una sartén antiadherente  para que la patata quede dorada por fuera, si fuera necesario terminamos de calentar en el horno. Napamos con la salsa que preparamos antes y acompañamos de unas verduras salteadas, unas castañas en almíbar, un puré de calabaza o unos trigueros a la plancha.

Vino de Olivier Rivière

Viñas del Cadastro 2009

 

* Receta cortesía de Mariano Pedraza del Restaurante EL RINCÓN DE LA ALMAZARA

Para acompañar esta receta en la mesa:
Vino: Viñas del Cadastro 2009

Olivier Rivière. D.O. Arlanza. Variedad: Tempranillo y Garnacha.
Durante años el área de Lerma era el patito feo de la Ribera, pues no había experiencia resaltables. Es ahora, con Olivier Rivère cuando se han puesto en valor proyectos interesantes. De cepas muy viejas de Tempranillo nos encontramos con un vino muy equilibrado, en boca intenso, voluminoso y sabroso, complemento perfecto para un plato donde el rabo de buey aporta los aspectos más sabrosos mientras que la patata actúa de almohada con su particular textura crujiente.

* Consejo enológico cortesía del sumiller LUIS GARCÍA DE LA NAVARRA de los restaurantes VINOTECA GARCÍA DE LA NAVARRA y LA TABERNA DE PEDRO.

 

Todos los cortes del buey gallego

Como lo prometido es deuda ya estamos poniendo a la venta los cortes del último ejemplar de buey gallego que adquirimos en la explotación ganadera  de Monforte de Lemos.  Durante más de 35 días ha guardado su correspondiente vigilia en nuestras cámaras, para convertir un  gigante de más de 1.500 kilogramos de peso en cortes de carne tierna y jugosa. Ese proceso de maduración de la carne es tan importante como la propia crianza llevada a cabo durante años en los prados gallegos.

El último buey gallego de Carnes Cesáreo Gómez

No nos cansaremos de repetir que las cualidades de la carne de buey, de la auténtica carne de buey gallego, se basa en la selección genética, en un largo proceso de alimentación a base de productos naturales, en una vida sin estrés que pudiera alterar las características organolépticas finales y en el proceso de maduración en cámara, bajo controles exhaustivos de humedad y temperatura. Todo este camino bajo la supervisión de la trazabilidad del animal a lo largo de años, control que asegura al consumidor final, usted, la autenticidad y calidad del producto.

Autentificación de buey gallego

Certificado del último buey

Después vendrá la habilidad de nuestro equipo, que armados de cuchillos seleccionaran los diferentes cortes para surtir nuestro escaparate de la brillantez y luminosidad de la carne roja auténtica y genuina, del más buscado de todos los productos cárnicos: CARNE DE BUEY GALLEGO, la carne roja por excelencia.

Hoy nos decantamos por mostrar la “geografía” del buey gallego, sus diferentes piezas y su uso más común en la cocina.

Cortes de buey

Lomo alto y chuletón de buey gallego  Lomo alto Se encuentra a lo largo de la columna a la altura de las costillas y es jugoso, tierno y limpio. Se puede asar deshuesado como rost- beef o dejar los huesos y preparalo en Chuletones (la estrella mediática del buey). Los entrecots son los filetes que están entre dos costillas

  Lomo bajo, situado a lo largo de la columna en la zona lumbar. Carne muy jugosa de la que sacamos excelentes filetes para plancha o parrilla.

  Aguja, aunque su aspecto no es lo más codiciado del buey es carne tierna y sabrosa, perfecta para filetes, empanados o en salsa.

  Cadera, forma parte de la grupa del animal, y de ahí extraemos filetes para frito o en sartén. Son muy tiernos si se cortan en perpendicular a la fibra.

  Morcillo, zancarrón o sukalki en las patas del buey, una carne gelatinosa y tierna, apreciada para caldos y guisos. Cuando se corta en trasversal con el hueso se conoce como ossobuco. Son los músculos gemelos de las patas delanteras y traseras. Una de nuestra preparaciones estrella es deshuesarlo y rellenarlo con condimentos de primera calidad. El resultado es de nota.

  Falda, la zona abdominal de la res que se emplea, sobre todo. Para guisar o cocer. La podemos subdividir en: la afamada entraña que en Argentina se cocina  a la brasa, el costillar, que se utiliza para churrasco, matambre para guisar o picar, vacío y la aleta.

Falda de buey gallego

  Solomillo,  es la carne más tierna y jugosa de la res. Se divide en cabeza, centro y punta. Es perfecto para asar, en filetes gruesos (Tournedó o Chateaubriand) o en tacos para fondue. De la punta se obtiene el Filete Mignon.

Un clásico de la cocina española, rabo de buey  Rabo, la carne gelatinosa que rodea a los últimos huesos de la columna. Al no tener médula se ha salvado de la prohibición de comercialización de carne de vacuno con el hueso. En nuestra gastronomía el guiso de rabo de buey (aunque el más famoso es el de toro de lidia su proliferación, y más en temporada taurina, nos hace dudar que todos los que se venden provengan de esta raza) es plato estrella.

  Babilla, carne muy tierna y apropiada para filetes ya sean fritos o plancha.

  Redondo, de forma cilíndrica y limpia de nervios se emplea para asar, aunque su ausencia de grasa invita a mecharla con tocino. Nosotros, también, la fileteamos muy fina para conseguir un magnífico Carpaccio de buey.

Redondo de buey, especial para carpaccio

Redondo de buey.

 

  Tapa, cubre todas las piezas de la pierna, y resulta una carne tierna y muy apta para filetes.

  Espaldilla, situada en el cuarto delantero, sobre la pata, se suele dividir en el cantero, apropiado para filetes y carne picada; y la plana, conocida como el solomillo del carnicero, tierna y jugosa.

  Carrillada o carrilleras, las mejillas o cachetes del animal. De carne muy tierna y apreciada.

 

 

 

Más información, reservas o pedidos telefónicos en nuestra web: www.carnescesareogomez.es 

Web de Carnes Cesáreo Gómez